EL CAMBIO ES UN CAMINO SINUOSO







El cambio psicológico no es algo fácil ni rápido, a no ser que se haya producido por un hecho traumático o muy intenso, que haga temblar los cimientos y los desplace.
Cambiar condicionamientos interiorizados antes de poder tener una conciencia verbal y autobiográfica, implica sacar a la luz memorias muy antiguas y enterradas, que necesitan de un trabajo de excavación delicado y amoroso.
Cuando nos hacemos conscientes de patrones de reacción que ya no son adecuados al aquí y ahora, el camino aún no acaba. El patrón emocional es laborioso de modificar y, a veces, cuando ya parece que se elimina, surge un estrés cotidiano que lo vuelve a sacar a la luz.
El cambio psicológico no es una autopista. Es una carretera sinuosa, que sube y baja aparentemente dando vueltas sobre lo mismo. No obstante, a cada curva se ve quizá el mismo punto, pero si nos fijamos bien, no se ve a la misma distancia.
 
Jung utilizó la metáfora de una cebolla, de la que se van quitando capas antes de llegar al germen. Esto es así muchas veces porque hay una creencia principal, de la que salen derivadas. Quizá la idea principal sea que no soy merecedora de la vida, de la que surgen : "no voy a conseguir amigos de verdad", "no me merezco alguien que me quiera", "si algo me sale bien es por suerte", etc. etc.
Así que cuando alguien se da cuenta de uno de los patrones, aparecen los otros a medida que se enfrentan por los hechos de la vida.  Estas creencias, además, no consisten sólo en pensamientos (y a veces ni siquiera, porque se crearon en la etapa preverbal), sino que tienen un aspecto emocional que es mucho más difícil de cambiar. Se requieren para el cambio experiencias emocionales correctoras, no bastando sólo que de forma racional digamos "yo me merezco lo mejor".
 
Por eso es tan importante una o varias relaciones que nos reparen, porque sólo a través del pensamiento o las afirmaciones positivas no podemos cambiar el profundo entramado de nuestros modelos de estar en el mundo, que en definitiva son siempre de estar "yo con otro" (en otras entradas ya se explica este punto). 
Otra cosa a tener en cuenta también, es que cuando aprendemos a funcionar de otra manera, es como abrir una senda en un bosque. Tendremos que pasar muchas más veces para que el camino sea amplio y fácil de seguir. Si tardamos en volver a pasar, es posible que la vegetación de nuevo lo tape.
O también, se puede entender como que queremos cambiar el curso de un torrente. Tendremos que conseguir que sea más profundo que el cauce inicial, que será el que sigan las lluvias si éstas son muy fuertes. Así que siempre tendremos que entender que aparentes recaídas son normales ante hechos muy estresantes. Es necesario que se imponga la paciencia y el cariño para animarnos a proseguir.
 
El cambio no es una autopista. Es siempre un camino sinuoso

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