PROBLEMAS EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS NIÑOS

Tiziano
Gregory Bateson fue uno de los introductores de la utilización de la Teoría de Sistemas en la Psicología. Cuentan que la pregunta que les dirigía a sus alumos era:
Si un niño no quiere comer espinacas, y su madre le ofrece como premio un helado cada vez que se las come, ¿cuál será el resultado? ¿Al niño le gustarán las espinacas, aborrecerá el helado u odiará  a su madre?

Yo recuerdo que de pequeña no comía mucho y mi madre se ponía nerviosa. A veces era mi padre el que me daba de comer, contándome historias de cuando era pequeño y vivía en Brasil, cerca de la selva. Sus historias de boas, titíes y papagayos me hacían comer sin darme cuenta...

Muchos pediatras se olvidan de que la alimentación de un bebé y una criatura un poco más mayor se da en el contexto de una relación y que tiene un significado simbólico importantísimo para una madre. Madre es la que nutre, la que da de mamar y prepara la comida. Hoy en día las cosas pueden haber cambiado, claro, pero en el imaginario social, la madre es la que proporciona el alimento, y un problema en la alimentación es un fracaso en la función materna. (¿Os habéis preguntado de donde viene la expresión "tener mala leche"?)

De hecho, en los estudios longitudinales que se han hecho en Minnesota, se ha visto una relación entre el establecimiento de un vínculo de apego seguro y el placer de la madre al alimentar a su bebé a los 6 meses. Ese placer y ese vínculo no tienen que ver con pecho o biberón, sino con el placer de los dos en el momento de alimentar.

Con el uso del análisis de las microinteracciones entre un progenitor y su criatura a la hora de comer se pueden ver elementos de la relación que aparecen en el momento de la comida de los niñ@s . Cuando utilizo el vídeo se pueden observar distintas cosas:
¿hay ansiedad en la madre?
¿Hay exigencias excesivas de madurez para la edad del niño?
¿la madre observa a la criatura y empatiza con lo que le puede estar pasando o sintiendo?
¿negocia o impone?
¿hay conexión emocional?
¿se reparan las interrupciones en su comunicación no verbal?
¿hay placer?
¿se establece una lucha de poder?

Como véis, cuando un niño no come pueden pasar montones de cosas no sólo en la interacción que se observa, sino como dice el psicólogo, investigador y clínico, especialista en videointervención George Downing (con el que me sigo formando), también en "las películas internas" de las personas que se observan en el vídeo comiendo y dando de comer

Desde luego que el consejo del pediatra Carlos González, en su libro Mi niño no me come, ayuda a rebajar el nivel de los padres que se sienten ansiosos con la alimentación de sus hijos. Los niños comen lo que necesitan. No son tontos, sus organismos les piden la cantidad de calorías que necesitan para crecer. Una alimentación variada no implica que coman todas las verduras, ni todos los tipos de fruta. Pueden comer plátanos, pero no manzanas. O pueden comer calabaza pero no guisantes... Hay que tranquilizarse y dejar que sea la sabiduría organísmica de la criatura la que guíe para que coman lo que necesitan. Desde luego que no hay que dejar que sólo coman hamburguesas, pero entre la comida basura y la nutrición equilibrada, hay muchos menús!

No obstante, cuando se establece una lucha de poder en los momentos de la comida, será necesario que un profesional nos ayude, para prevenir peores trastornos...

Ana Cortiñas

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