PELIGROS DEL MARKETING PSICOLÓGICO Y ESPIRITUAL

Volver a experienciar prematuramente los sentimientos dolorosos o traumáticos sin el establecimiento de una alianza terapéutica, y sin una sensación de control por parte de los clientes que les ayude a sentirse protegidos, equivale a volver a traumatizar a los pacientes
Trabajar con las emociones en Psicoterapia. 
Greenberg y Paivio


Afortunadamente, cada vez hay más gente que quiere crecer psicológicamente y espiritualmente. Eso significa que tenemos cada vez más conciencia de que cualquier cambio personal y social sólo puede hacerse si rompemos con los patrones de actitudes y comportamientos que nos atan a lo de siempre.
En el mercado del crecimiento personal hay muchas opciones. Algunas provienen de terapias y tradiciones clásicas como la meditación o terapias gestalt. Otras han aparecido más recientemente, como las constelaciones familiares y el eneagrama... Todas son potentes herramientas para el cambio personal y espiritual...siempre que se hagan en la forma correcta.


Cuando necesitamos romper con patrones actitudinales y de comportamiento, hay una parte de nosotros mismos que intenta no cambiar. Es la parte que prefiere "lo malo conocido que lo bueno por conocer"... porque teme lo desconocido. No es una parte de la que debamos renegar, porque lo hace por protegernos. Debemos escuchar esa parte porque nadie puede cambiar con seguridad a algo mejor, si no se encuentra en un entorno de protección. La protección es una necesidad básica y primaria. Forma parte de nuestro funcionamiento biopsicosocial y por eso somos una especie que ha superado millones de adversidades. Somos una especie resiliente...

Ningún curso que dure tres días puede permitirnos un cambio si no estamos en un proceso con una persona que nos guíe en las consecuencias emocionales y personales de los cambios. Pero hay una cosa aún peor que puede suceder; en medicina se conoce como iatrogenia, palabra de orígen griego que significa que en vez de curar, produce más daño.

Muchas de estas técnicas y cursos son potentes movilizadores emocionales. Las técnicas Gestalt son muy útiles para trabajar con la emociones y las técnicas de terapia familiar sistémica son muy potentes herramientas de cambio...pero los que las crearon son terapeutas que tenían un conocimiento profundo sobre las resistencias al cambio y los mecanismos de defensa; pero, además, eran clínicos y tenían conocimientos sobre la patología mental.
Hoy en día se están ofreciendo cursos por personas que no son siquiera psicólogos. O se dan "cursillos" de tres días, donde se movilizan los duelos y traumas pero las personas quedan huérfanas y solas tras los cursillos y talleres, sin contención y sin el apoyo para regular y simbolizar toda la tormenta de sentimientos y emociones que se pueden poner en marcha. En el mejor de los casos, las personas refuerzan sus defensas. En el peor son retraumatizadas...la catarsis emocional sólo es terapéutica cuando sirve para reorganizar la memoria y el sí-mismo. Para que una tormenta emocional sea curativa, debe hacerse en el entorno de protección que sólo un terapeuta experimentado y comprometido en el tiempo con la persona que lo experimenta puede ofrecer.

Cuando vamos a un médic@ y nos dice que debemos hacernos cirugía para curarnos podemos decidir si la hacemos o no. Pero cuando las personas se deciden a "dejarse cortar" por un médic@, nadie consentiría que se lo hiciera un carnicero...¿por qué tratamos nuestros aspectos psicológicos como si fueran producto de mercado?

Ana Cortiñas







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