EN LO PROFUNDO DEL INVIERNO






No sé cómo puede ser pasar las Navidades y el cambio de año en el hemisferio Sur o en un país tropical, pero aquí la coincidencia con el invierno me sumerge en una vivencia de recogimiento y de contacto con los sentimientos más profundos sobre la existencia.

Es en el invierno, en la parte del ciclo estacional en que todas las fuerzas se concentran en el interior de la tierra y parece que la energía se retira, cuando nos quedamos con aquello que hemos recogido del año, en su parte de ciclo fértil ¿Qué sembramos en la primavera que ahora tenemos guardado en nuestros graneros? ¿fue buena la cosecha, podemos pasar un invierno tranquilos y satisfechos? Las horas bajas y oscuras de nuestra vida pasan plácidas con lo que recolectamos o pueden ser muy frías y paupérrimas si lo que cosechamos no fue gran cosa...

Ahora vienen los buenos propósitos para la próxima temporada: este año prepararemos el campo antes e invertiremos en un buen grano y en buenas semillas; no dejaremos de vigilar el tiempo y prometemos que pondremos el abono necesario para que la fruta en el verano sea mucha... rogaremos también que los vientos y las lluvias nos sean propicios para esparcir las semillas y regarlas. Las plegarias ya están hechas...





Es en el invierno cuando planificamos, hacemos balance y acopio de fuerzas para enfrentarnos al año que viene. Muchos son los ruegos y propósitos, enfocándonos en los resultados que queremos para el futuro, pero poca gente le da importancia al invierno en sí; en lo importante que la energía esté realmente recogida en nuestro interior para poder tener una imagen exacta de nosotros mismos y de como se colocan estas fuerzas.
Al hacernos los propósitos, pensamos que todo depende de la voluntad cuando en realidad, lo más importante es poner la energía allá donde debe ponerse: ¿por qué hicimos lo que hicimos? ¿qué puedo aprender con lo que me pasó?





Aprender y conocernos a nosotros mismos son las tareas del invierno...de nada sirve esforzarnos en labrar tierra baldía y llena de rocas. De nada servirán las mejores semillas en las arenas de un desierto o en tierras gélidas

Utilicemos las energías de esta parte del ciclo que nos sirven para ser sinceros y honestos con nosotros mismos. Viviendo con conciencia cualquier parte o fase de la vida, ningún año será improductivo

Que tengamos todos prósperos años



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