MI CONCEPTO DE SALUD MENTAL


Se insiste mucho desde la OMS que la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino que es un estado de bienestar donde las personas pueden desarrollar todas sus potencialidades.
Pero en realidad seguimos pensando que estamos sanos si no tenemos ninguna enfermedad, y esto es mucho más evidente en el caso de la salud mental o psicológica, donde el desconocimiento de lo que es en realidad el aspecto mental y psicológico de la persona y cómo éste se desarrolla, todavía nos confunde más.

Normalmente pensamos que si no hay "locura", o no pasamos por una depresión discapacitante, estamos sanos mentalmente. O pasamos al otro extremo: vivimos en una sociedad tan "loca" que negamos la parte de la realidad que no queremos ver, como es la adversidad y las pérdidas inherentes a la vida. Así que si alguien querido muere, o enfrentamos una adversidad con la ansiedad propia de la incertidumbre, enseguida nos medicamos para la "depresión", como si siempre que sentimos dolor y ansiedad fuera estar enfermo.

¿Pero podemos considerarnos sanos si nuestro desarrollo psicológico y emocional es incompleto?

Pongamos un ejemplo físico: si un@ niñ@ no crece adecuadamente, ¿no lo llevaremos a un@ pediatra para ver si no le falta alguna hormona?

Sin embargo, si alguien tiene problemas para establecer relaciones con intimidad, o es un egocéntrico al que le falta empatía, o es un jefe tirano que disfruta de "pegar broncas" ¿Por qué no lo consideramos también insano? ¿no es evidente que no ha desarrollado todas sus posibilidades personales y vitales?



Pregunto esto porque gran cantidad de veces atiendo a personas para que les ayude a atravesar pérdidas, separaciones o lidiar con alguna situación laboral o vital, donde es normal sentirse como se sienten. Contrariamente, no vienen a consulta aquellos que hacen sufrir a los demás y que son los que verdaderamente tienen comportamientos insanos. Normalmente se atribuyen estos comportamientos al carácter o la personalidad.

Sin embargo, la empatía, la regulación de la intensidad emocional que permite el control de impulsos, y las habilidades de comunicación y sociales dependen de un desarrollo adecuado en la primera infancia. No son aspectos que formen parte del carácter o el temperamento como la introversión/extroversión. Son habilidades que se desarrollan en el seno de las relaciones tempranas o, si esto no se produce, en el seno de las relaciones terapéuticas.

El tema es que la sociedad hasta ahora ha valorado el rendimiento y la producción, y no el bienestar psicológico individual y del conjunto de las personas. Por eso, si un jefe tirano hace la vida imposible a sus empleados, pero saca el trabajo adelante, es valorado en vez de cuestionado.
De hecho, si los niños plantean problemas sólo suele pedirse la intervención profesional (o es más fácil que se pida) si no rinde escolarmente...


¿Cuándo empezaremos a valorar la importancia de las relaciones? ¿cuándo empecemos a valorar los aspectos femeninos del ser humano?


Pienso, también, que si entendiéramos que el desarrollo psicológico tiene un óptimo de salud, dejaríamos de juzgar moralmente algunos comportamientos, como la violencia o el comportamiento antisocial, poniendo realmente hincapié en los momentos en que es posible hacer prevención (como en la atención en la primera infancia y la parentalidad), y no dejando que las cosas ocurran, haciendo juicios y promoviendo castigos para los infractores...y es que incluso, mirando desde un punto de vista económico...¿no ahorraríamos más?




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